Leo, tú lo sabes y yo también.
Hoy quisiera hablaros de lo que para mí significa corresponder a una persona, tanto en sentimientos de pareja como en los de amistad.
Corresponder significa tener ansias de devolver a la otra persona lo que ésta te da. Es decir, que si conoces a una persona que demuestra tener ganas de ser tu amiga, y le correspondes, se crea una amistad en poco tiempo, profunda y sincera.
Si después de un tiempo dentro de esa amistad, nace un sentimiento distinto, y es correspondido, la amistad se modifica. Puede evolucionar en algo más grande y bonito: una relación. Pero todo hay que cuidarlo, los detalles son los que definen una vida. Y si no se cuidan, da igual lo que sientas porque lo que los detalles comunican es algo más bien distinto.
En mi caso, recibir palabras de una deseada amistad mientras que otras palabras van dando puñaladas traperas... me hacen darme cuenta de que no era una verdadera amistad. No se puede oír en una misma conversación "quiero que seamos amigos", "me gustaría volver contigo" y "ese tío que te gusta es un aprovechado". Más aún si sabemos de donde venimos.
Y lo siento mucho por tener la personalidad que tengo y por haber aprendido lo que me has enseñado. Tú, a quien le enseñé a discutir, tú que siempre decías no querer, aunque dos no discuten si uno no quiere. Me enseñaste que a veces es mejor no hablarse, me enseñaste que da igual cuanto se quiera una amistad, si la otra persona no busca lo mismo. Tú, que ahora te dices correspondedor de grandes amistades, que has vuelto al redil de un amigo que "no te aportaba lo suficiente", tú, que has llenado tu vida de vacíos que ahora no sabes llenar. En estos casos, toda correspondencia que yo te diera, se convierte en una pura coincidencia, de algo que decías querer, de algo que fingiste ser.
Con este blog me despido, como siempre destinado a un mismo punto. Cuando vuelva de mis muy merecidas vacaciones, ya nada será igual. No volveré a caer en trampas, ni volveré a contestar a otros blogs, al menos no con tanta inquina.
PD: sabed que estoy bien, que ahora sé cómo estarlo... pronto estaré mucho mejor, cuando una luz roce mi piel con la suavidad de un suspiro. Pronto te veré
Besitos
viernes, 13 de julio de 2012
domingo, 1 de julio de 2012
Sin ganas
Hoy por primera vez en mucho tiempo, escribo sin ganas.
Hace tiempo, aunque no tanto, cuando empecé este blog, era un orgullo poder contarle a todo el mundo, en clave de humor, con vueltas que nadie entendiera e incluso ideando nombres falsos que enmascarasen a mis personas cercanas, todo lo que ocurría en mi vida.
Me tocó aprender a ponerlo todo bonito, sin poner fotos por los medios que fastidiaran y cortaran la lectura, y finalmente, creo que he conseguido saber cómo hacer que sea menos aburrido.
Pero hoy, después de una semanita bastante intensa, no quiero escribir.
He llegado a la conclusión de que ciertas cosas no debe saberlas nadie, ni debería contarlas por mucho que pueda encerrarlas en un mundo de palabras que hagan que te pierdas si no me conoces, o si no has compartido conmigo nada de esa semana.
Hay promesas que se cumplen, y promesas que no,
perdones que se repiten y "lo sientos"que no valen nada.
Hay veces en las que sabes que lo estás haciendo mal, y te da igual.
Tu verás
Yo prometo mucho cosas, y trato de mantenerlas.
Por eso mi silencio, que no sé cuánto durará.
No quiero hablar más, me duele la garganta,
y es por llevar toda mi vida hablándolo todo.
A veces no hace falta.
---------
Y por cierto, una recomendación de música. Me ha encantado recordar repentinamente la canción de Pablo Alborán "te he echado de menos". No soy capaz de dejar de escucharla, aunque tenga otras cosas que hacer.
Pasadlo bien ;-)
Hace tiempo, aunque no tanto, cuando empecé este blog, era un orgullo poder contarle a todo el mundo, en clave de humor, con vueltas que nadie entendiera e incluso ideando nombres falsos que enmascarasen a mis personas cercanas, todo lo que ocurría en mi vida.
Me tocó aprender a ponerlo todo bonito, sin poner fotos por los medios que fastidiaran y cortaran la lectura, y finalmente, creo que he conseguido saber cómo hacer que sea menos aburrido.
Pero hoy, después de una semanita bastante intensa, no quiero escribir.
He llegado a la conclusión de que ciertas cosas no debe saberlas nadie, ni debería contarlas por mucho que pueda encerrarlas en un mundo de palabras que hagan que te pierdas si no me conoces, o si no has compartido conmigo nada de esa semana.
Hay promesas que se cumplen, y promesas que no,
perdones que se repiten y "lo sientos"que no valen nada.
Hay veces en las que sabes que lo estás haciendo mal, y te da igual.
Tu verás
Yo prometo mucho cosas, y trato de mantenerlas.
Por eso mi silencio, que no sé cuánto durará.
No quiero hablar más, me duele la garganta,
y es por llevar toda mi vida hablándolo todo.
A veces no hace falta.
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Y por cierto, una recomendación de música. Me ha encantado recordar repentinamente la canción de Pablo Alborán "te he echado de menos". No soy capaz de dejar de escucharla, aunque tenga otras cosas que hacer.
Pasadlo bien ;-)
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