jueves, 3 de mayo de 2012

No me tomes el pelo

En esta entrada quiero hablar sobre los motivos que tiene la gente para dejarse el pelo largo. Y es que este es un tema que me preocupa: ayer busqué inspiración, un motivo para dejarlo crecer; y me sorprendió no encontrar ninguna página que dijera: déjatelo crecer, es mas bonito, queda mejor, se liga mas. O cualquier otra razón absurda.
En mi opinión hay gente que se deja el pelo largo porque es la moda, al igual que ese flequillo a ras de las cejas, que tan poco me gusta (lo siento si ofendo a alguien, no es mi intención. Simplemente no me gusta).

Soy anti-modas. De cada moda cojo lo que me conviene, lo que me gusta y se adapta a mi personalidad. No me gusta convertirme en un maniquí de esas personas que son capaces de dirigir a los demás como borregos. Esos que dicen que se lleva ponerte una maceta en la cabeza, y 50.000 personas al día siguiente lo llevan con orgullo, aunque todos sepamos que es ridículo.
volviendo al pelo: modas no.
Hay quien se lo deja largo para ser una princesa de cuento. Así se ven más femeninas. Al menos eso he leído. Y no puedo contenerme. ¿El pelo largo es símbolo de feminidad? ¿Seré un hombre si me corto el pelo? Qué baratos saldrían los cambios de sexo. Ironías aparte, no creo que tener el pelo largo te haga más femenina. Aun así, ¿qué mas da lo que piensen los demás? En mi caso, dejarme el pelo largo se ha convertido en un reto. Casi todo el mundo ha tomado partido, informándome sobre si les gusta más que mi pelo sea largo o corto, lo que creen que me va mejor a la cara, o a la personalidad.
Y opté por hacerles caso a aquellos que me veían más guapa con el pelo largo, porque ya lo había tenido corto de verdad, pero nunca largo de verdad. ¿Es necesario mantener una apariencia, solo porque los demás te ven mejor de una forma determinada? Yo creo que no, que mientras tu imagen sea correcta (me refiero a poder encontrar trabajo, y a no herir la sensibilidad de nadie), puedes tener el aspecto que quieras.
Además, debes ser fiel a ti misma, y gustarte a ti primero, para poder gustarle a los demás.

He decidido ser libre de lo que los demás quieren que sea, o de como los demás quieren que yo sea.
Yo soy yo, con pelo corto, piercings y tatuajes.
Yo soy yo, con un pantalón de tiro bajo y deportivas, y con una minifalda y botas de tacón.
Yo soy yo, maquillada y recién despertada, dicharachera y sin saber reaccionar ante las heridas de los demás.
Yo soy yo, la que huye cuando sufre y aun así es capaz de enfrentarse a casi todo; la que llora a escondidas y se burla de sus frases absurdas.
Eso soy yo.
Yo soy esto


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